SUEÑO

Y entonces por fin te encuentro nuevamente como lo deseaba desde tiempos tan lejanos. Y esta vez me sale sin tapujos, sin miedos. Y digo te quiero más allá de los años, más allá de las culpas y los silencios. Por fin te echo un abrazo sincero de costado, con un solo brazo, metiéndote debajo de mi axila, para poder mirarte de costado mientras tanto. Y observo tu cara sonriente, esa que muestras cada vez que te me apareces en los sueños. Y todo bajo la mirada inescrutable de mi hermana que llora. Detrás de una barra de madera llora. Mientras nosotros permanecemos abrazados. Ella no lo dice. Se que llora porque ha recibido la noticia de que nuestro padre tendrá otro hijo. Entonces vos, con la mano suelta detrás de mi espalda, me das un par de golpecitos tiernos para amainar el impacto de la noticia.

Mientras manejo

A veces me envenena mi hipocresía. Ando entre la denuncia y la obediencia