Monday, May 07, 2007

FRAGMENTO

"Una noche estábamos en el balcón y, por supuesto que en Merano era época de la cosecha, en la mesa había una fuente de cristal llena de uvas y de grandes manzanas amarillas. El aire era tan dulce, olía tanto a fruta que parecía que alguien se había dejado abierto en alguna parte un gran tarro de compota. Desde la planta baja nos llegaba el sonido de una orquesta de cámara francesa que interpretaba antiguas arias de la ópera italiana. Mi marido había pedido Lacrima Chisti, un vino cuyo color ambarino se apreciaba a través del cristal traslúcido de la botella. Todo, hasta la música, era un poco meloso, casi empalagoso, como una fruta pasada. Mi marido lo advirtió enseguida."
- Mañana volvemos a casa - dijo.
- Sí - respondí yo -, volvamos.
La mujer justa
Sándor Márai

0 Comments:

Post a Comment

<< Home